Para CEGASAL, que hace más un cuarto de siglo fue a contracorriente para defender al trabajador con discapacidad, la apuesta por este modelo económico pasaba por poner a las personas en el centro, dándole todo el sentido a la economía social ya que los dividendos deben de ser empleados en la creación de más puestos de trabajo o en la mejora de las infraestructuras del centro.