Santiago de Compostela, 26 de junio de 2024. En un esfuerzo por impulsar las oportunidades laborales significativas para las personas con trastorno mental grave, Cegasal, en colaboración con Sergas y Johnson & Johnson, puso en marcha el proyecto Capacitad@mente en el último trimestre del año pasado. Integrado por un itinerario teórico (30 horas) y práctico (entre 80 y 100 horas), participaron en el un total de nueve personas, seleccionadas por el Área de Psiquiatría de La Coruña.
Hablamos con Combina Social, Dixardín y Emprego Social, los centros especiales de empleo de iniciativa social que acogieron la formación práctica entre los meses de octubre y noviembre, para adentrarnos en esta experiencia transformadora y entender mejor su impacto en la vida de los participantes y en la sociedad en general.
En Combina Social, las dos personas participantes se encargaron de la limpieza y el mantenimiento del mercado municipal de Carballo. En esta villa también desarrollaron sus prácticas en Dixardín otras tres participantes, trabajando en el huerto municipal y en los jardines públicos, donde se ocuparon de mantener a raya los bordes del césped y las malas hierbas, cambiar las plantas de temporada o realizar la composición especial de Samaín con crisantemos y calabazas. En Emprego Social, las cuatro participantes se repartieron entre los servicios de jardinería, vivero y limpieza viaria en A Coruña, Carral y Cambre, aunque todas recibieron una formación práctica básica sobre cada actividad.
A lo largo de todo el período, los CEEIS contaron con el apoyo de la psicóloga del Capacitad@mente, Cristina Rega, y el equipo que impartió la formación teórica. Como explican desde los centros, las adaptaciones a los puestos de trabajo se llevaron a cabo según las necesidades de cada participante y su evolución. Como apuntó Daniel Antelo Csorba, técnico de Emprego Social, es muy importante que “el puesto de trabajo se adapte a la persona”, ajustando el horario laboral o el uso de cierta maquinaria si fuese necesario.
La gerente de Combina Social, Raquel Alvite, compartió cómo la iniciativa de Cegasal fue muy positiva para el CEEIS, que ya contaba en su plantilla con perfiles de este tipo. “La participación en este proyecto fue una confirmación más de las posibilidades de inclusión laboral que presenta este colectivo. Una de las pruebas es que uno de los participantes está colaborando con nosotros de forma constante para cubrir diferentes necesidades (bajas laborales, vacaciones) en el mercado municipal”, expuso Alvite.
Emprego Social “lleva en su ADN trabajar con este colectivo de personas con discapacidad porque nuestra fundadora es la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña (APEM)”, explicó su gerente, Felipe Ovalle, lo que hace que promuevan activamente este tipo de iniciativas. Alrededor del 60% de los trabajadores con discapacidad del CEEIS tienen una enfermedad mental. A este respecto, Cristina Vázquez, técnica de Dixardín, subrayó la diversidad que existe en este tipo de dolencias y la importancia de la supervisión para tener en cuenta esas peculiaridades en el desarrollo laboral. De hecho, Dixardín cuenta en su plantilla con trabajadores y trabajadoras con enfermedad mental.
Para muchas de las personas participantes en Capacitad@mente, esta era su primera experiencia profesional, la cual les permitió desarrollar nuevas habilidades, ganar autonomía y contribuir al trabajo en equipo. Posteriormente, fueron valoradas para cubrir vacaciones o trabajar a tiempo parcial y, de hecho, una se incorporó con un contrato indefinido en jardinería a la plantilla de Emprego Social y otra colabora asiduamente con Combina Social.
Desde Emprego Social resaltaron la importancia de un enfoque formativo a largo plazo y la necesidad de más recursos y apoyo para garantizar una inserción laboral efectiva y sostenible. “Vimos estas prácticas como un primer contacto con el mundo laboral porque un mes es un tiempo muy corto para adquirir una serie de destrezas; ya se dice que no se está adaptado al 100% en un trabajo hasta que pasa el primer año”, aprecia Daniel Antelo Csorba. Una visión compartida también por Felipe Ovalle, quien explicó cómo las personas con enfermedad mental requieren una adaptación física y mental, más allá de la relativa a la asimilación de las tareas propias del puesto de trabajo: “Lo vemos con nuestros trabajadores, que a lo largo del año tienen pequeños ajustes y necesitan ese apoyo y comunicación continuados para saber cómo les está afectando el trabajo a su día a día, a su parte personal, a su enfermedad”. Abogan porque se impulsen formaciones específicas a largo plazo que les permitan a las personas con enfermedad mental obtener un certificado de profesionalidad, que garantice esa formación teórica y práctica y el tiempo necesario para adaptarse al ámbito laboral.
Los centros especiales de empleo que participaron en Capacitad@mente comprobaron cómo el proyecto les ayudó a repensar y mejorar los procedimientos para la incorporación de personas con enfermedades mentales a sus actividades. Raquel Alvite destacó la importancia de superar las etiquetas asociadas a la enfermedad mental, romper con los estereotipos y apostar por una visión más inclusiva y respetuosa. “Lo importante es que la sociedad tenga claro que la inclusión es posible, que pasa por prestarle más atención y dedicarle los recursos que hasta ahora se dedicaron a otro tipo de discapacidades que ya están más normalizadas”, apuntó Felipe Ovalle.
La colaboración entre Sergas, Johnson & Johnson, Dixardín, Emprego Social, Combina Social, Cegasal y las personas participantes permitió crear oportunidades reales para el crecimiento personal y profesional. Como dijo Daniel Antelo, “todos tenemos que encontrar nuestro sitio”, por ello, es necesario seguir trabajando juntos, como sociedad, para eliminar estigmas e impulsar entornos laborales inclusivos donde todas las personas tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente.